top of page

Arabia RN

Los géneros que más utiliza son: poesía, cuento, multimodal, literatura infantil y literatura para jóvenes.


Arabia RN es escritora, traductora, profesora de inglés, correctora de estilo y editora independiente. Estudió la licenciatura de Interpretación y Traducción en inglés, francés y español, y tiene un diplomado en Trofología. 


De corazón frágil y de mente inquieta...Desde muy pequeña mostró interés en la escritura. Su mamá cuenta que desde niña se la pasaba escribiendo. Si tuviera que describir lo que es la escritura para ella, lo haría de la siguiente forma: 


El lápiz y papel siempre me han acompañado. Me gusta danzar ente las


Fotografía de Arabia Ramírez Navarro


palabras, entretejer versos y canciones, platicar con el silencio, desnudar el alma en un papel, volcar mis pensamientos entre puntos y comas, darle a vida a mis anhelos, encontrarme en ese punto medio en donde los sueños y la realidad se pueden encontrar en las líneas trazadas de un lienzo blanco para dejar huella en la eternidad. 


Su primer libro fue escrito a los 17 años bajo el nombre de Abrojos del alma, siendo este una antología de poemas. Ha realizado traducciones e interpretaciones para la revista Voces del periodista. Cuenta con algunos escritos publicados en la revista ERR Magazine, como Café con un poco de leche, y un cuento infantil digital llamado El hermano mayor.

Desde el 2012 pública sus escritos en una página de Facebook llamada 5 minutos de letras con un poco de inspiración con más de 10k seguidores, y en otro blog llamado El break de mamá


En 2023 es publicada en la Antología de Escritoras en Morelia, Narrativa Hechas de Letras, Editorial Taiti y la Secretaría de Cultura de Morelia con el texto A la mujer que un día fui.


TEXTO LITERARIO

A la mujer que un día fui

Arabia Ramírez Navarro


A ti que ya casi no te veo, que te tengo olvidada entre las tareas del hogar, las demandas de mi pequeño, la falta de tiempo, las noches sin dormir, los llantos, las risas, las crisis existenciales y demás.

A ti que me diste tanto y que construiste lo que hoy soy. 

En ocasiones, te escucho paseándote en los pasillos de mi memoria, obligándome a recordarte. Si supieras que todos los días pienso en ti y casi siempre siento culpa de extrañarte tanto. 

A ti que vivías desenfrenada, sin límites y en completa libertad. A ti que te rehusabas a quedarte en un solo lugar, que podías despertarte tarde los fines de semana sin preocupación alguna, que en cuanto pegabas la cabeza a la almohada te perdías en un sueño profundo y que el tiempo, el tiempo... ¡Pff! tenías de sobra y de más. 

Ahora ya no me alcanza para poder hacer y deshacer como algún día lo hice. Ahora, ya no sé nada de eso. Me olvidé de andar de aquí para allá, y hoy, he echado raíces en un solo lugar. 

Mis fines de semana son como cualquier otro día, las horas de sueño ya no son por placer y al poner la cabeza en la almohada, siempre estoy alerta para poder escuchar a esa pequeña vocecita que en las noches grita ese nuevo nombre que hoy tengo, “mamá”. 

Me miro en las fotos y a veces no me reconozco, luzco tan distinta. Ahora tengo unos kilos de más, rollitos por aquí y por allá, cicatrices y marcas en mi vientre, en mis piernas y en lugares que ni siquiera me alcanzo a mirar, unas ojeras imborrables y el cabello enredado de preocupaciones.

  • ¿Quién iba a decir que algún día me vería así?

Sin embargo, el cambio es inevitable y pensé haberte perdido en esta nueva realidad. 

Mi lista de prioridades cambió, y a ti, te dejé en último plano. 

Muy rara vez me acuerdo de preguntarte cómo estás, cómo te sientes o de si quiera pensarte por el temor o la culpa. Sin darme cuenta de que, en realidad, el tiempo que añoro y los sueños que aún viven en mí, son sólo una bocanada de sensatez que tú me das para recordarme que esa niña inocente y tierna de mi añorada infancia, la adolescente rebelde y loca que quería comerse al mundo en un dos por tres y la mujer que disfrutaba plenamente de su juventud, aún siguen aquí conmigo.

Entiendo que quizás nada volverá a ser como antes, y que incluso, yo ya no sea la misma, porque hoy, soy una nueva y mejor versión de mí. Ahora, soy tan importante e imprescindible como nunca antes lo había sido, porque un pequeño pedazo de mi ser depende completamente de mí. 

Hoy he aprendido a mirar y a honrar con agradecimiento mi cuerpo. Esas huellas que el embarazo dejó, todos los días me recuerdan lo maravilloso y capaz que es. Ahora, entiendo de sacrificios y esfuerzos, y estoy aprendiendo y enseñando desde el amor, cosa que tú y yo, desconocíamos. 

En nuestra ecuación ya hay alguien más. Y aunque nuestro mundo parezca estar de cabeza, tiene mucho más sentido que aquel en el que tú y yo un día vivimos.

Sigo siendo yo, y tú parte de mí. Gracias por abrir paso y ayudar a convertirme en la mujer que soy ahora. 

Sé que no debo dejar que la culpa y la vergüenza me desborden, porque no hay nada de malo en extrañar mi privacidad, mi compañía, el tiempo para mí y para compartir contigo, con la mujer que un día fui.


Publicado en: (2023). Hechas de Letras. Antología de escritoras en Morelia. Narrativa. Morelia: Tait/Secretaría de Cultura de Morelia.


Encuéntrame en:

@5mindeletras

40 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Коментарі


bottom of page