Los géneros que más utiliza son: poesía y cuento.
Atzimba Mora Jaimes (1989), originaria de Uruapan, Michoacán. Egresada de la facultad de Letras de la UMSNH. Miembro del Círculo de Escritoras Uruapanses y del taller literario “Voces de Mujer”. Ha participado en antologías como El Sueño de Sor Juana, Mujeres con Mala Reputación, volumen I y II, En el 8° y 9º encuentro de poetas del Cupatitzio.
Atzimba Mora Jaimes en Uruapan, 2020.
TEXTO LITERARIO
TOC TOC
Atzimba Mora Jaimes
Tocan a la puerta. No, de nuevo no, por favor. Recién decoré las paredes la última visita dejó rayones por todas partes, como si hubiera querido marcar un territorio ajeno. Bueno, habrá que ser amable, que pase.
Tocan a la puerta otra vez. No, de verdad, no más. Tuve que retapisar la sala, las cortinas son nuevas, perdí mis zapatos favoritos, (ahora las chanclas me van bastante bien), no deseo más visitas. Los libros están en orden, los cuadros cuelgan de un solo clavo, pero no pienso dejar que los tiren de nuevo. Está bien, parece una persona cuidadosa, quizá pueda entrar tan solo un momento.
Tocan una vez más. O quizás es el eco de los pasos de la última visita que se escuchan a lo lejos. No sé. No lo quiero averiguar. Hace frío y se llevó la luz, no encuentro los muebles, estoy en el rincón de la habitación más pequeña. Muero de sueño y no puedo dormir, duermo y no paro de soñar. Solo quiero que pase pronto, encontrar el interruptor para encender la luz, abrazarme a mi música, no abrir nunca más la puerta.
Tocan y tocan tan fuerte que las ruinas de lo que era mi hogar se sacuden con tanta fuerza, tiemblo de miedo, tiemblo hasta los cimientos, cubro mis oídos, no quiero más visitas.
Tocan, tocan y tocan. Yo corro a esconderme bajo la cama que un día vibro de pasión, hoy solo puede escuchar los sollozos atronadores de mi voz. Mis manos tiemblan, sudan, están cansadas de reparar todo lo que las visitas han dañado, ¿será que es un castigo por algún espejo que rompí en una casa ajena?, ¿el karma tal vez?, ¿por qué el que llega se siente con el derecho a destruirlo todo?, ¿o es que yo les di ese permiso?, ¿dónde dejé las llaves? Es cierto, yo se las regalé. Quizá sea momento de cambiar la cerradura, la fachada, el domicilio, incluso el país; en el Vaticano solo hay ochocientos veinticinco habitantes, una más seguro no les incomodaría y ni los testigos de Jehová tocarían. No lo sé, todo es negro por ahora, las visitas han venido en diferentes ocasiones, no había querido cerrar nunca, pero hoy necesito salir da la cama, encender la luz, lavar los trastes, comprar zapatos nuevos, tomarme una taza de café conmigo y, quizá un día, poner un timbre, cuando no me asuste tanto el sonido del amor llamando a mi puerta.
Publicado en: Mora Jaimes, Atzimba (2023), “Toc, Toc” en Ch’ipiri Uantakua Palabra de Fuego, Academia Nacional e Internacional de la Poesía SMGE, Morelia, núm. 3.
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